¿Quién es Arturo Roig?


Arturo Andrés Roig fue un reconocido pensador y filósofo argentino. Nació en Mendoza, el 16 de septiembre de 1922. Su padre fue Fidel Roig Matóns, reconocido pintor de los paisajes mendocinos y su madre María Isabel Petazzi, nativa de Mendoza, Profesora de Letras.

Hoy, con 84 años es un reconocido vecino de Guaymallén, que ha recibido entre otros honores las distinciones la General José de San Martín (Argentina) y Orden Nacional Honorato Vázquez (Ecuador). En 1949 egresó de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cuyo, en Mendoza, como Profesor de Enseñanza Secundaria, Normal y Especial en Filosofía. Perfeccionó sus estudios becado en la Sorbona donde investigó bajo la dirección de Pierre Máxime Schuhl. Fueron años de estudio, pero también de contacto con la realidad europea y de incipientes preguntas acerca de nuestra América y en especial de la inquietante Argentina de 1954. A su regreso continúa con sus estudios de Platón y su interés por los clásicos pero siempre atento a la realidad regional, nacional y continental. Colaboró con la Cátedra de Historia de la Filosofía Antigua de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza, accediendo al cargo de Profesor Titular Efectivo, por concurso, en 1959. Desde 1955 enseña Pensamiento Argentino en la misma Universidad y más tarde también en San Luis. Despunta así "una línea de investigación orientada a recuperar, sistematizar y valorar la historia de nuestra cultura regional"

Su trabajo se trunca en 1975 cuando los enemigos de la historia, de la libertad y del futuro consiguen que sea dejado cesante en la Universidad de Cuyo, debiendo emigrar al extranjero con su esposa y sus cuatro hijos, en busca de trabajo y seguridad . Trabaja dos meses en Caracas, luego se traslada a la ciudad de México, cuya Universidad Autónoma lo recibe gustosa. Pero para facilitar el interrumpido estudio de sus hijos acepta la invitación de un amigo, el Rector de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, con sede en Quito. Uno de los golpes más dolorosos que le había asestado el poder dictatorial de su país había sido expulsar a tres de sus hijos de la Universidad por "subversivos" y dejarlos partir sin documentación alguna que probara sus estudios. Hernán, el amigo a quien recuerda hoy con emoción, les solucionó todos los problemas, bajo su palabra los admitió en la Universidad, hasta que lograron la documentación necesaria. En Quito se iba a quedar diez años e iba a pagar con creces la hermosa hospitalidad de los ecuatorianos.

En 1984 la Justicia Federal Argentina lo reincorporó, diez años después, a su querida Universidad de Cuyo, en la ciudad de Mendoza. Habían quedado atrás los "años crueles", la era de los prepotentes que tanta sangre costó a la República Argentina.
Cuando Arturo Roig volvió del exilio, dijo en su discurso de reincorporación que el ejercicio de la libertad es "la puesta en marcha de una praxis responsable y por eso mismo crítica". A la Filosofía le corresponde "la reflexión sobre el hecho mismo del ejercicio del saber como ejercicio de la libertad" . Ya pasaron los tiempos del divorcio entre teoría y praxis. El filósofo, o quien se precie de serlo, "deberá regresar al ágora, deberá reincorporarse valientemente a la ciudad" . No es tan importante el mundo del sentido como el sentido del mundo. " El país nos espera - dijo - América Latina nos espera. Empecemos una nueva aurora, aun cuando hayamos dejada desgarradas nuestras carnes - y tan dolorosamente - en este camino que vamos llevando".

José de San Martín, reconocido óleo de Fidel Roig Mátons

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